Despertarse, apagar el despertador del móvil, leer algún que otro whatsapp, ducharse, desayunar, ir a trabajar, trabajar y trabajar. Descansar para comer algo rápido, quizá un sándwich envasado de una máquina expendedora. Vuelta al trabajo, más trabajo y más trabajo, para después enfrentarse al tráfico, a colas en el supermercado y llegar tarde a casa. Poner la lavadora y preparar algo rápido para cenar.
De repente te das cuenta de que el microondas no funciona, se ha estropeado la rueda giratoria del tiempo y no calienta. Te enfadas, has tenido un día muy ajetreado y te apetece descansar y cenar tranquilamente. Lo solucionas calentando en una olla el puré de calabacín de brick comprado en un gran supermercado.
Es en este momento cuando decides tirar el microondas.
No contemplas si quiera la opción de reparar, por que conlleva mucho tiempo, ese escaso activo del que todos carecemos y, realmente, es mucho más fácil comprar teniendo en cuenta la diferencia de precio que hay entre reparar y comprar.
Compras un nuevo microondas y tiras el viejo al contenedor de debajo de tu casa.
No lo llevas a un punto limpio por que supondría tener que coger el coche o transporte público llevando a cuestas todo el peso del microondas.
REFLEXIÓN USAR Y TIRAR
Nos hemos acostumbrado a vivir en una sociedad de abundancia, de usar y tirar.
Vamos con prisa, vivimos rápido, al día. Esto conlleva consecuencias como no ser conscientes del impacto medioambiental que generamos ni tampoco el impacto sobre nuestra propia salud física y mental.
El tiempo es el activo más valioso que tenemos y ya sea por motivo de tener un intenso horario de trabajo u otras obligaciones personales, en muchas ocasiones terminamos mal gestionando este bien tan preciado.
Le dedicamos este artículo a REPARAR que es una de las 5 erres básicas del zero waste.
Se ha perdido la costumbre de reparar objetos, cuando una taza de porcelana se rompe normalmente se tira. Lo mismo ocurre con un electrodoméstico, una prenda de vestir, unos zapatos,...
La acción de desechar un objeto roto y no reciclarlo produce que el ciclo de vida del objeto llegue a su fin.
El zero waste fomenta prácticas que permiten ampliar el ciclo de vida de los objetos en incentivar una economía circular. Esto significaría que cuando un objeto se rompe y decidimos que su uso ha llegado a su fin, decidimos darle una segunda vida, reparándolo y de esta forma el objeto vuelve a "nacer", dando comienzo un nuevo ciclo y ampliando su vida útil.
Limpiando una playa se ayuda al medioambiente pero también reparando unos zapatos en una zapatería, abrillantándolos, cambiándoles la suela; o bien pegando y cubriendo con pan de oro una taza rota.
El arte de reparar
En la cultura japonesa existe una técnica ancestral llamada Kintsugi o Kintsukuroi. Consiste en arreglar fracturas de la cerámica con barniz de resina espolvoreado o mezclado con polvo de oro, plata o platino.
Forma parte de una filosofía que plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto, y que deben mostrarse en lugar de ocultarse, incorporarse y además hacerlo para embellecer el objeto, poniendo de manifiesto su transformación e historia.
De esta forma la reparación se del objeto se convierte en un arte y dota a la pieza reparada de autenticidad, personalidad y belleza.
Os invitamos a que antes de tirar un objeto roto lo intentéis reparar para darle una segunda vida o una nueva y bella personalidad.
Esperamos que os haya gustado este artículo tanto como a nosotr@s.
Dejadnos un comentario con vuestra opinión o consejos para la reparación de objetos.
Os leemos :)
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